miércoles, 13 de febrero de 2013

CAMINANDO HACIA LA PASCUA CON LOS "ESCRITOS DE SANTA CLARA DE ASÍS"

9Oh carísima, mira al cielo que nos invita, y toma la cruz y sigue a Cristo (cf. Lc 9,23), que nos precede;10porque, tras diversas y numerosas tribulaciones, por él entraremos en su gloria (cf. Hch 14,21; Lc 24,26).11Ama con todas tus entrañas a Dios y a Jesús, su Hijo, crucificado por nosotros pecadores, y que su memoria no se aparte nunca de tu mente; 12procura meditar continuamente los misterios de la cruz y los dolores de la madre que está de pie junto a la cruz (cf. Jn 19,25). 13Ora y vela siempre (cf. Mt 26,41). 14Y la obra que has comenzado bien, llévala a cabo con empeño, y cumple el ministerio que has asumido en santa pobreza y en humildad sincera (cf. 2 Tim 4,5.7).
(CARTA A ERMENTRUDIS)

Por eso, el mismo espejo, puesto en el árbol de la cruz, advertía a los transeúntes lo que se tenía que considerar aquí, diciendo: 25¡Oh vosotros, todos los que pasáis por el camino, mirad y ved si hay dolor semejante a mi dolor! (Lam 1,12); 26respondamos, digo, a una sola voz, con un solo espíritu, a quien clama y se lamenta con gemidos: ¡Me acordaré en mi memoria, y mi alma se consumirá dentro de mí! (Lam 3,20). 27¡Ojalá, pues, te inflames sin cesar y cada vez más fuertemente en el ardor de esta caridad, oh reina del Rey celestial!

(CARTA IV A SANTA INÉS DE PRAGA) 


1Si sufres con Él, reinarás con Él; si lloras con Él, gozarás con Él; si mueres con Él en la cruz de la tribulación, poseerás con Él las mansiones celestes en el esplendor de los santos (cf. Rom 8, 17; 2 Tim 2,12.11; 1 Cor 12,26; Sal 109,3), 22y tu nombre será inscrito en el libro de la vida (cf. Flp 4,3; Ap 3,5), y será glorioso entre los hombres. 23Por lo cual, participarás para siempre y por los siglos de los siglos, de la gloria del reino celestial a cambio de las cosas terrenas y transitorias, de los bienes eternos a cambio de los perecederos, y vivirás por los siglos de los siglos.
24Que te vaya bien, carísima hermana y señora, por el Señor tu esposo; 25y procura encomendarnos al Señor en tus devotas oraciones, a mí y a mis hermanas, que nos alegramos de los bienes del Señor que Él obra en ti por su gracia (cf. 1 Cor 15,10). 26Recomiéndanos también, y mucho, a tus hermanas.
(CARTA II A SANTA INÉS DE PRAGA)

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