miércoles, 20 de marzo de 2013

El día que el papa Francisco contó en una radio de la villa 21-24 porqué se hizo cura

Lo entrevistó el padre Juan Isasmendi, de la parroquia Caacupé, en noviembre del año pasado y allí reveló detalles íntimos de su vida. “Fue muy enriquecedora”, dijo el sacerdote a Clarín.

Sobre su vocación religiosa, el ahora papa Francisco dijo en la radio: “De chico una vez se me había ocurrido se cura, pero como se te ocurre ser ingeniero, ser médico, ser músico, viste, se te ocurre… Estaba haciendo el colegio industrial, estudiaba química, y un 21 de septiembre, porque eso me acuerdo siempre, salía para ir a pasear con mis compañeros y pasé por la iglesia de Flores, yo iba a esa iglesia, y ahí, entré, sentí que tenía que entrar, esas cosas que vos sentís de adentro que no sabes cómo son y miré, estaba oscurito, una mañana de septiembre, y veo que venía un cura caminando, no lo conocía, no era de la iglesia y se sienta en el último confesionario, a la izquierda, mirando al altar, y ahí yo no sé qué me pasó”.
Sentí como que alguien me agarró de adentro y me llevó al confesionario, no sé lo que pasó ahí, evidentemente que le conté mis cosas, me confesé, pero no sé lo que pasó y cuando terminé de confesarme, le pregunté al padre de dónde era, porque no lo conocía”, rememoró Bergoglio.  “Me dijo ‘Yo soy de Corrientes y estoy viviendo cerca, en el hogar sacerdotal, y vengo a celebrar misa aquí, a la parroquia, de vez en cuando’. Tenía un cáncer, una leucemia, murió al año siguiente. Ahí sentí que tenía que ser cura, pero no dudé, no dudé”, completó.
Esa es apenas una de las revelaciones de la entrevista. “Solo charlamos mientras tomábamos mate”, describe el padre Isasmendi. “Yo tengo relación cordial con él en el mejor sentido de la palabra, hemos compartido la vida, es casi un familiar para mí”, agrega.
“Creo que eso lo animó un poco más y fue contando algunos chistes con esa picardía que tiene y la charla tiene ese color de fondo, se siente una cotidianidad y sobre todo su calidez, sencillez y confianza. Eso es lo lindo”,  dice a Clarín, desde la parroquia Caacupé, a la que el Papa considera como su hogar, en el centro de la Villa 21-24, donde en noviembre del año pasado, en un humilde estudio de radio, Francisco repasó su vida, entre mate y mate.


«¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, más yo no estaba contigo. Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían. Me llamaste y clamaste, y quebrantaste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume, y lo aspiré, y ahora te anhelo; gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti; me tocaste, y deseé con ansia la paz que procede de ti» (Confesiones San Agustín)


¿Y Tú? ¿A qué esperas? No dejes pasar mucho tiempo, ¡Anímate!, entra en la Iglesia, escucha al Señor...a lo mejor te está pasando a ti lo que le pasó al Papa Francisco, a San Francisco de Asís, a Santa Clara y a Madre Serafina (nuestra fundadora)...

No hay comentarios:

Publicar un comentario