100 AÑOS DE SOR MARÍA MURA |
En esta felicitación recogemos, de alguna manera, lo que fue y es la vida de sor María, plena en años y en fidelidad a la gracia de Dios en ella y a su familia religiosa.
Muchos años Dios te ha dado,
pero eso no es lo importante;
lo importante es que has llenado
cada hora y cada instante de amor y entrega constante.
Tu vida no ha sido un cielo,
sino trabajo y servicio;
amar ha sido tu oficio,
y sembrar paz y consuelo
tu único beneficio.
Cuando en ella la enfermedad se hizo presente,
escuchaste las palabras del Maestro:
"...pues Yo estoy en medio de vosotros
como el que sirve"
Y así con atención esmerada,
cuidaste de día y noche,
a quien el mundo entendía
que ella debía servirte.
Dios en tu familia te bendijo,
y, aunque no faltaron penas,
siempre Él fue y es tu cobijo.
Tú no puedes estar triste
porque tu mismo dolor
ha germinado en amor,
en dulzura y acogida...
No importa que mil heridas
te rasguen el corazón:
porque ellas son tu oración.
Amaste de tal manera
que tu vida es sementera
de paz, amor y alegría,
y tu ejemplo ha sido guía
para todo aquel que espera.
Por tus hechos y tu edad
tu vida es maravillosa,
fuente de amor y bondad,
sencilla, fiel, silenciosa..
¿Qué más te podemos decir
en este hermoso día,
sino a Dios BENDECIR
porque siempre Él fue tu guía,
tu esperanza y tu alegría...?
Sólo te cabe esperar
a que Dios te abra puerta
y nos la dejes abierta
para que podamos entrar
cuantos pudimos gozar
de tu amorosa presencia...
es familia, y es hogar.
Gracias, pues, tu vida fue
lección de pobreza, amor y bondad;
mujer de profunda fe,
¿No es un regalo que en este año coincida
celebrar tu centenario?
¡GRACIAS, SOR MARÍA, GRACIAS!
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