Queridos hermanos y hermanas:
El Bautismo es el sacramento
sobre el que se fundamenta nuestra fe y nos hace miembros vivos de Cristo y de
su Iglesia. No es un simple rito o un hecho formal, es un acto que afecta en
profundidad la existencia. Por él, nos sumergimos en la fuente inagotable de
vida, que proviene de la muerte de Jesús. Así podemos vivir una vida nueva, de
comunión con Dios y con los hermanos. Aunque muchos no tenemos el mínimo
recuerdo de la celebración de este sacramento, porque fuimos bautizados de
chicos, estamos llamados a vivir cada día aspirando a la vocación que hemos
recibido allí.
Si seguimos a Jesús y
permanecemos en la Iglesia,
con nuestros límites y fragilidades y pecados, es gracias a los sacramentos por
los que nos convertimos en nuevas criaturas y somos revestidos de Cristo.
(Papa Francisco: Audiencia General 8 de enero 2014)
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