Tú eres el bien, el todo bien, el sumo bien.
Grande y admirable Señor.
Dios omnipotente, misericordioso Salvador.
Quinto día
Oración Inicial
Dios Padre de amor y misericordia, que otorgaste a nuestro Padre San Francisco de Asís, la gracia de asemejarse a Cristo, por la humildad y la pobreza, por el amor y el servicio, concédenos caminar tras sus huellas para que podamos seguir a tu Hijo Jesús y entregarnos a ti con Amor Jubilosos. Amén.
“Os
aseguro que veréis el cielo abierto y los ángeles de Dios subir y bajar sobre
el Hijo del hombre”.
(Jn 1.51)
Fuentes
Franciscanas: 2Cel CXLIX (197)
Tenía en muchísima
veneración y amor a los ángeles, que están con nosotros en la lucha y van con
nosotros entre las sombras de la muerte. Decía que a tales compañeros había que
venerarlos en todo lugar; que había que invocar, cuando menos, a los que son
nuestros custodios. Enseñaba a no ofender la vista de ellos y a no osar hacer
en su presencia lo que no se haría delante de los hombres. Y porque en el coro
se salmodia en presencia de los ángeles, quería que todos cuantos hermanos
pudieran se reunieran en el coro y salmodiaran allí con devoción. Respecto a
San Miguel, que tiene el encargo de conducir las almas a Dios (Dan 12,1), decía
muchas veces que hay que venerarlo aún más. Y así, en honor de San Miguel
ayunaba devotísimamente la cuaresma que media entre la fiesta de la Asunción y la de aquél.
Solía decir: «Cada uno debería ofrecer alguna alabanza o alguna ofrenda
especial a Dios en honor de tan gran príncipe».
ORACIÓN FINAL
Francisco,Tú que te acercaste tanto a Cristo en tu época, ayúdanos a acercarnos a Cristo en la nuestra.Tú, un hombre siempre bueno, nunca has dejado
de prestar auxilio a todo aquel que te lo pidiera. Ayúdanos a ser servidores alegres de Dios, capaces de encender en todo lugar la antorcha de la esperanza y de la confianza del optimismo, y de la alegría, de la bondad y del amor. Amén
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