Tú eres el bien, el todo bien, el sumo bien.
Grande y admirable Señor.
Dios omnipotente, misericordioso Salvador.
Octavo día
Oración Inicial
Dios Padre de amor y misericordia, que otorgaste a nuestro Padre San Francisco de Asís, la gracia de asemejarse a Cristo, por la humildad y la pobreza, por el amor y el servicio, concédenos caminar tras sus huellas para que podamos seguir a tu Hijo Jesús y entregarnos a ti con Amor Jubilosos. Amén.
“Sus
ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial”
(Mt. 18,10)
De los escritos de San Francisco de Asís: EXPOSICIÓN DEL PADRE NUESTRO
¡Oh
santísimo PADRE NUESTRO: creador, redentor, consolador y salvador nuestro!
Que
estás en los cielos: en los ángeles y en los santos; iluminándolos para
conocer, porque tú, Señor, eres la luz; inflamándolos para amar, porque tú,
Señor, eres el amor; habitando en ellos y colmándolos para gozar de la eterna
bienaventuranza, porque tú, Señor, ere el bien sumo, eterno,, de quien todo
bien procede, sin quien no hay bien alguno.
ORACIÓN FINAL
Francisco,Tú que te acercaste tanto a Cristo en tu época, ayúdanos a acercarnos a Cristo en la nuestra.Tú, un hombre siempre bueno, nunca has dejado
de prestar auxilio a todo aquel que te lo pidiera. Ayúdanos a ser servidores alegres de Dios, capaces de encender en todo lugar la antorcha de la esperanza y de la confianza del optimismo, y de la alegría, de la bondad y del amor. Amén
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