En este día, cincuenta
después de la Pascua
de Resurrección, celebramos el cumplimiento de la promesa de Jesús a los
apóstoles:”cuando me marche os enviaré mi Espíritu, que os recordará todo lo
que yo os he dicho. Y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y
Samaria, y hasta los confines de la tierra”
¿Qué efectos produjo
en los apóstoles? Perdieron el miedo, se afirmaron en que Jesús estaba con
ellos, y salieron al mundo a predicar el Evangelio.
Desde entonces, el
Espíritu de Jesús, el Espíritu santo, está también en cada uno de nosotros, y
asiste a la Iglesia
en su difícil caminar a través de la historia. Con la venida del Espíritu
podemos decir que comenzó la
Iglesia. Los apóstoles fueron creando comunidades cristianas
por todo el mundo conocido entonces.
San Pablo, en la
primera Carta a los fieles de Corinto, les dice: “¿No sabéis que sois templo de
Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?”
Nosotros recibimos el
Espíritu Santo en el Bautismo, y después, nuevamente, en la Confirmación. Él es
el que nos propone las buenas obras, el que nos da fuerzas para ser seguidores
y testigos de Cristo.
En el rezo del Credo
decimos: creo en el Espíritu santo, Señor y dador de vida, que procede del
Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y
gloria, y que habló por los profetas”. Es una buena confesión de fe en el
Espíritu. Siempre que nos santiguamos lo hacemos:”En el nombre del Padre, del
Hijo y del Espíritu Santo”.
Hemos dicho que somos
templo del Espíritu Santo. Por eso, todo cristiano tiene una dignidad altísima,
porque en él habita el Dios-Espíritu Santo. Y por eso mismo, toda persona
merece un gran respeto. Con esta fiesta de Pentecostés, decíamos, que se da por
concluido el tiempo Pascual. La importancia de la Pascua , de la Resurrección del
Señor, es tan importante, que los cristianos la celebramos durante cincuenta
día. Durante todo este tiempo, el cirio pascual ha estado encendido en las
Eucaristías, como signo visible de esa resurrección. A partir de ahora, sólo se
encenderá para los bautizos y los entierros. El cirio representa a Cristo
resucitado, luz del mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario